Acérrimo Cervantino, luchó desde aulas y cualquier otro templete de su intelectualidad en contra de la literatura barata, revistas basura y toda publicación con fines de lucro. Ese incansable profeta de las letras, de las altas letras, el día que a la postre iba a morir, exhortó que bajo ninguna circunstancia se debía contradecir su voluntad póstuma contenida en un sobre sellado, y que nadie podría intervenir sus propiedades hasta haberse leído el citado documento tres días después de su muerte.
A un autor y catedrático de renombre, cuya agonía es televisada y su muerte vendida en tirajes de miles, no se le pueden negar sus últimos deseos. Su palabra fue respetada.
Y al tercer día según las escrituras, subieron a su biblioteca personal, a la cual el otrora emblema de la literatura había vetado la entrada a toda persona, y muy a pesar de muchos y para deleite de los diarios, el hallazgo fue todo un espectáculo.
La biblioteca era la Sodoma literaria, ediciones del siglo XIX del Quijote con sus páginas colmadas con recortes de revistas deportivas, notas amarillistas, páginas enteras de tiras cómicas con los diálogos alterados por su pluma, de chismes, al ingenioso hidalgo le pintó cuernos y cola de diablo, centenares de obras profanadas, toda la “sección” (si así se le puede llamar a un legajo de libros apilados en una esquina) de siglo de oro español tendrían injurias del tamaño de Calderón de la Barca con pegatinas de Hello Kitty y de Barbie entre fotografías de tortura, Lope de Vega adornado con noticias de famosos y sus infidelidades, no encontraron volumen sin alteraciones, entre lo más destacado se encuentran raros ejemplares de Goethe acompañados de dibujos de Harry Potter salidos de su puño y páginas recortadas a las que adaptó fotografías de Vanity Fair, Cosmopolitan, entre otras revistas del estilo y de personajes de Disney para que al abrir el libro se desplegaran hacia el lector recortadas y acomodadas de tal forma que lucían en tercera dimensión (como esos libros móviles para niños) a Schiller le usó como cenicero, libros de todos los orígenes, ediciones y tiempos sufrieron este tipo de intervenciones, (a Rayuela le encontraron pornografía entre sus páginas y al pie de cada chica, hombre, pareja, trío o amasijo humano se distinguía una leyenda que con letra casi ilegible dictaba la siguiente fotografía a la cual se sugería continuar) su legado, a años de su muerte, es expuesto en museos de arte contemporáneo alrededor del mundo.
Estoy leyendo algunas de tus publicaciones, de forma salteada, me parece que me entiendes cuando te digo lo divertido que es escribir. Están chidos tus escritos, ese del Golpe esta bueno, me dejo pensando y creo que se podría seguir desarrollando, digo, es ficción ¿verdad?
ResponderEliminarSaludos del El ánima en poema