miércoles, 8 de febrero de 2012

Sodoma

Acérrimo Cervantino, luchó desde aulas y cualquier otro templete de su intelectualidad en contra de la literatura barata, revistas basura y toda publicación con fines de lucro. Ese incansable profeta de las letras, de las altas letras, el día que a la postre iba a morir, exhortó que bajo ninguna circunstancia se debía contradecir su voluntad póstuma contenida en un sobre sellado, y que nadie podría intervenir sus propiedades hasta haberse leído el citado documento tres días después de su muerte.

A un autor y catedrático de renombre, cuya agonía es televisada y su muerte vendida en tirajes de miles, no se le pueden negar sus últimos deseos. Su palabra fue respetada.

Y al tercer día según las escrituras, subieron a su biblioteca personal, a la cual el otrora emblema de la literatura había vetado la entrada a toda persona, y muy a pesar de muchos y para deleite de los diarios, el hallazgo fue todo un espectáculo.

La biblioteca era la Sodoma literaria, ediciones del siglo XIX del Quijote con sus páginas colmadas con recortes de revistas deportivas, notas amarillistas, páginas enteras de tiras cómicas con los diálogos alterados por su pluma, de chismes, al ingenioso hidalgo le pintó cuernos y cola de diablo, centenares de obras profanadas, toda la “sección” (si así se le puede llamar a un legajo de libros apilados en una esquina) de siglo de oro español tendrían injurias del tamaño de Calderón de la Barca con pegatinas de Hello Kitty y de Barbie entre fotografías de tortura, Lope de Vega adornado con noticias de famosos y sus infidelidades, no encontraron volumen sin alteraciones, entre lo más destacado se encuentran raros ejemplares de Goethe acompañados de dibujos de Harry Potter salidos de su puño y páginas recortadas a las que adaptó fotografías de Vanity Fair, Cosmopolitan, entre otras revistas del estilo y de personajes de Disney para que al abrir el libro se desplegaran hacia el lector recortadas y acomodadas de tal forma que lucían en tercera dimensión (como esos libros móviles para niños) a Schiller le usó como cenicero, libros de todos los orígenes, ediciones y tiempos sufrieron este tipo de intervenciones, (a Rayuela le encontraron pornografía entre sus páginas y al pie de cada chica, hombre, pareja, trío o amasijo humano se distinguía una leyenda que con letra casi ilegible dictaba la siguiente fotografía a la cual se sugería continuar) su legado, a años de su muerte, es expuesto en museos de arte contemporáneo alrededor del mundo.

jueves, 26 de enero de 2012

El golpe

El escáner detectó algo extraño dentro del bolso, parecía un cráneo, un cráneo de tamaño humano, increíblemente había un procedimiento para actuar en casos de encontrar restos humanos, le retuvieron el bolso y le pidieron que esperara instrucciones.

En menos de cinco minutos llegó la policía, la condujeron a la sala de interrogatorios.

Transcurrió un cuarto de hora cuando se dio alarma de un segundo paquete que aparentemente contenía otro cráneo humano, separaron al joven portador a una sala contigua.

Por espacio de tres horas, se habían detectado 15 cabezas, 15 pasajeros con un cráneo extra y el manual de procedimientos dictaba que en casos de esa naturaleza se debía proceder a hacer la detención inmediata de los sospechosos así como trasladarlos inmediatamente a la celda de seguridad del aeropuerto -ya no a la de interrogatorios pues se catalogaba como un fenómeno potencial de terrorismo- en espera de la llegada del equipo especializado correspondiente.

Para cuando llegó la policía ya había 20 detenidos y dentro del equipaje documentado aparecieron brazos, piernas, dedos, órganos, sangre incluso.

Se procedió a esperar instrucciones de la agencia de inteligencia. El verdadero desconcierto fue cuando se dio noticia que en cada uno de los destinos de cada presunto terrorista había sucedido idénticos acontecimientos: a un número importante de pasajeros se les habían encontrado restos humanos dentro del equipaje de mano y en el documentado, todos de nacionalidades distintas y con distintos destinos, y la cuestión no terminaba ahí, porque a los lugares a los cuales pretendían viajar esos segundos pasajeros en custodia, había habido iguales descubrimientos y procedido de la misma manera.

Así fue como a diferentes horas pero de manera simultánea, en el transcurso de doscientos cuarenta minutos del primer día del año 2012, en cuatrocientos un aeropuertos se detuvieron a veinte detenidos por la misma lúgubre causa. Se suspendieron todos los vuelos y se desalojaron todos los aeropuertos.

El año inició con cuatrocientos un aeropuertos de las principales ciudades del mundo con daños profundos por la detonación de potentes bombas colocadas durante las horas de confusión.

Después de analizados los cadáveres mutilados detonantes del atentado, todos los resultados arrojaron la misma conclusión: los restos correspondían a personas ejecutadas a manos del gobierno de cada país de origen y familiares de los presuntos saboteadores.

Esa noche comenzó la llamada gran revolución.